martes, 31 de enero de 2012

Unas cosillas sobre el lobo

En las zonas altas de los concejos de Salas y Tineo no resulta extraño encontrarnos indicios del paso de lobo Canis lupus, como por otra parte ocurre en buena parte de la geografía asturiana. Estos indicios son principalmente de dos tipos: huellas y excrementos.

Con respecto a las huellas, en algunas obras se habla sobre la posibilidad de diferenciar huellas de perro de las de lobo, pero en realidad resulta muy difícil, por no decir imposible. El tamaño y la forma de las huellas dependen del animal que las haya dejado, pero la huella de un adulto tiene normalmente forma alargada, compacta y apiñada, de tamaño grande , unos 10 cm. Los mejores sustratos para detectarlas son el barro (para mí el mejor) y la nieve. Estas son varias fotos de huellas de lobo.






Identificar huellas puede ser más sencillo si examinamos un grupo de ellas, tales como un rastro. En general, , el lobo deja marcada una sucesión lineal de huellas, propia de los animales que se desplazan al trote, mientras que en caso del perro es mucho más irregular, dejando rastros deambulantes.



Más adecuados que las huellas para registrar el  paso de lobos son los excrementos.  Se pueden reconocer por dos factores principales: sus características físicas y su disposición.



Aunque dependen también del individuo que los haya dejado en el campo, los excrementos de lobo suelen ser grandes (en especial los de los machos adultos) y muy compactos.  La forma suele ser cilíndrica, con un extremo agudo como es habitual en los carnívoros, pero a veces presentan un aspecto alargado y con irregularidades a modo de tirabuzón, casi serpenteantes. Casi siempre hay en ellos presencia de restos de las presas, como huesos o pelos de ungulados silvestres, y tienen un olor fuerte cuando son frescos.



 La ubicación de las heces  es un factor muy importante  a tener en cuenta, y varios estudios han comprobado que cumplen una función en la señalización olorosa y visual del lobo, no siendo depositadas al azar, sino en puntos estratégicos y sustratos que aumentan su eficacia como marcas. Por ejemplo, yo los he encontrado con frecuencia en pleno centro de pistas y caminos forestales, siendo muy visibles, o también cerca de los cruces de estas pistas.




¿Qué población de lobo hay actualmente en territorio asturiano? En un informe que se realizó hace 20 años se concluía que el lobo habitaba en Asturias en unos 5.100 km2, lo que supone casi el 50 % de la superficie. Se consideraba la existencia de seis núcleos poblacionales, uno de los cuales era el definido por las Sierras de Tineo y Los Vientos, así como por las plataformas altimontanas situadas al sur de éstas, comprendiendo los concejos de Salas y Tineo.  En el conjunto de Asturias  se estimó la presencia de 16-20 grupos familiares, lo que supondría un total de 128-160 lobos, con un único grupo en la zona de Salas y Tineo.


Más recientemente, en un informe titulado «Situación del lobo en Asturias, 2006» realizado por la guardería rural del Principado, se calculó que en la región existen treinta grupos familiares de estos cánidos, con reproducción segura en 21 de ellos. El total de lobos oscilaría entre 205 y 235. Independientemente de los errores de muestreo asociados al primer estudio, basado en encuestas,  la población de lobos parece haber aumentado en Asturias, y ya habita la mayor parte del territorio. En concreto, en la mitad occidental ocupa casi todo el espacio disponible, desde la montaña hasta las proximidades de la costa. Esta expansión es evidentemente natural, y nada tiene que ver con las “sueltas de lobos” que a veces salen reflejadas en la prensa como noticia casi sensacionalista.

miércoles, 25 de enero de 2012

Milano real: objetivo cumplido

El pasado sábado 21 de enero el grupo local de SEO-Asturias realizó una visita al concejo de Tineo con el objetivo de localizar a los milanos reales que pasan el invierno en la zona, la más importante y quizá única población invernante asturiana. Lleno de orgullo y satisfacción puedo decir que el propósito fue cumplido, así que empiezo este relato por el final, con las fotografías de uno de los milanos localizados. Todas las fotos de aves de este correlato fueron realizadas por Javier Martín, al que agradezco enormemente habérmelas proporcionado.

Milano real Milvus milvus Red kite



Amaneció el día envuelto en la borrina y con la duda de saber si llegaría a despejar y cuando lo haría. Hicimos una primera parada en un punto estratégico y desde donde se domina una buena perspectiva de la zona, aunque la niebla no nos dejó gozar más que de la compañía de 2 cuervos y un grupillo de cornejas. Por ello nos trasladamos de inmediato a la ruta que teníamos programada entre pinares de pino silvestre y un pequeño abedular, a una altitud cercana a los 1.000 metros.

Cuando iniciamos el itinerario todavía nos rodeaban el fresco y la niebla. Tras un pequeño rato caminando…eureka, avistamos por fin un pequeño emplumado en la copa de un pino, un precioso macho de pinzón vulgar Fringilla coelebs.

Pinzón vulgar Fringilla coelebs

 Sin embargo, no acaba de despejar y por ello los pajarillos se resisten a aparecer, y nos entretenemos observando otras cosas, como el “recuerdo” que un raposo deja a su paso sobre una piedra, 







o las ya abundantes puestas de rana bermeja que aparecen en los abundantes encharcamientos a ambos lados de la pista forestal que estamos siguiendo.


Tras otro ratillo caminando, y cuando ya parece que las nieblas comienzan a disiparse se escuchan unos reclamos característicos. Levantamos la vista y los prismáticos y allí empiezan a aparecer: 1, 2, 3… y así hasta 59, 59 carboneros garrapinos Periparus ater (según se encargó de contar el compañero Luis Mario). Este pequeño párido es gregario en invierno y forma concentraciones, pero un grupo de esta magnitud es algo bastante insólito.

Carboneros garrapinos Periparus ater



Junto a los garrapinos se pudieron ver como acompañantes al menos un par de reyezuelos sencillos y un herrerillo capuchino. De pronto, alguien da el aviso, en la copa de un pino se avista un paseriforme robusto y compacto, una hembra de piquituerto común Loxia curvirostra. No tarda en presentarse el macho, con su tono rojizo, 

Piquituerto común Loxia curvirostra



y por supuesto nos deleitamos un largo rato en la contemplación de los piquituertos, una especie relativamente escasa en Asturias y difícil de observar.


A todo esto, la excursión va avanzando, la niebla ya es menos intensa, el sol ha cogido fuerza calentando el ambiente, y se empiezan a generar corrientes ascendentes de aire. ¿Y que especie necesita de estas corrientes como el comer para poder realizar su actividad? El enorme buitre leonado Gyps fulvus, la mayor de nuestras aves, de la cual un grupo de 12 ejemplares ciclea a escasa altura sobre nuestras cabezas.

Buitre leonado Gyps fulvus



Una vez pasado el pinar y llegados a la zona de campiña fue cuando avistamos nuestro objetivo, un poco lejanos maniobran en el aire con su innata elegancia tres ejemplares de milano real Milvus milvus. Acercándonos al lugar donde se hallaban uno de ellos permaneció por un momento cerca de nosotros, dejándole a Javi tirarle las fotos que aparecen al principio de la entrada y que permiten demostrar que el objetivo de la ruta estaba cumplido.

domingo, 22 de enero de 2012

Una salamandra sorprendida por el frío

Cerca de la playa de Cueva, en el concejo de Valdés, descubro el cadáver entero y reciente de una salamandra o “sacaveraSalamandra salamandra probablemente sorprendida por el frío.  La playa de Cueva es el lugar donde desemboca  el río Esva-Canero, cuyo recorrido transcurre en su totalidad por los municipios de Tineo y Valdés.

La salamandra es  un anfibio muy peculiar que se distribuye por todo el Paleártico Occidental,  y para el cual la Península Ibérica constituye un foco fundamental de diversidad genética, ya que se reconocen hasta 9 subespecies basándose en criterios como el tamaño o la coloración, aunque muchos autores reducen esta  variabilidad a 6 grupos genéticos. En Asturias ocupa la mayor parte del territorio la subs.bernardezi, descubierta  en 1928 por un investigador llamado José Bernárdez, quien llegó a la conclusión de que la salamandra era vivípara, esto es, que paría a sus crías en lugar de poner huevos. En base a unos ejemplares que envió a herpetólogos alemanes, la subespecie fue descrita por Wolterstoff en 1928, que le dio el apelativo de su descubridor. El ejemplar que encontré cerca del Esva presenta las características típicas de esta subespecie.

Salamandra Salamandra salamandra bernardezi Fire salamander


Salamandra salamandra bernardezi es una salamandra pequeña, con el hocico redondeado y una coloración característica en bandas amarillas sobre fondo oscuro. Su área geográfica se extiende por Asturias y el NE de Galicia, pudiendo llegar hasta el oeste de Cantabria, donde limita con otra subespecie, S.s. fastuosa, que se distribuye por el resto del norte ibérico. Algunos autores engloban a estas dos subespecies en un mismo complejo genético.

Cabe destacar que en  2006 se describió para Asturias la subespecie S.s. alfredschmidti, con un areal limitado a una zona muy reducida del oriente asturiano, siendo probablemente la subespecie con la distribución más limitada del mundo.

En cuanto a la reproducción, nuestras salamandras presentan dos tipos depuesta, en unos casos es vivípara, como encontró Bernardez en 1928, pariendo la hembra a las crías fuera del agua y totalmente desarrolladas. En otros casos es ovovivípara, necesitando aún del medio acuático donde deposita a las larvas en distinto grado de desarrollo. 


La salamandra es un anfibio nocturno, trabaja solo de noche y en periodos fríos pasa por una pequeña hibernación.  Es probable que los días anormales de calor que hemos tenido este invierno hayan despertado a más de un individuo, en especial en zonas costeras, con consecuencias fatales en caso de que se vean sorprendidos por alguna helada, como el caso del ejemplar que encontré ayer.

lunes, 16 de enero de 2012

Mirlo de agua

Uno de los pájaros más peculiares de la avifauna asturiana es el precioso Mirlo-acuático Europeo Cinclus cinclus. La primera característica inconfundible de la especie es su aspecto y plumaje, de tonos  blancos y negros. La cabeza es marrón grisácea, las alas y el dorso negros así como la cola; el mentón, garganta y pecho blancos y vientre negro y marrón grisáceo en su límite con el blanco pecho. En Asturias recibe el nombre de llavaculos por sus costumbres y su comportamiento cuando está posado en las rocas del río, elevándose y agachándose de una forma muy simpática.

Mirlo-acuático europeo Cinclus cinclus Dipper

El Mirlo-acuático vive con preferencia en ríos de rápido curso, con aguas bien oxigenadas,  y teniendo mayor densidad en cursos de agua de montaña e incluso pequeños lagos que en zonas bajas.  Sin embargo, si el invierno es frío sí pueden descender  ligeramente de altitud. Las parejas permanecen unidas durante todo el año y pronto comienzan a observarse, antes de finalizar el invierno, los vuelos de celo que los machos efectúan volando alto sobre su pequeño territorio.

Para alimentarse vadea aguas someras observando atentamente las plantas de las orillas y los cantos rodados. Nada muy fácilmente y con agilidad y sobre todo se zambulle sin pensarlo mucho, a menudo contra corriente y al llegar al fondo camina tambaleante sobre las piedras ayudándose si la corriente es fuerte con las alas entreabiertas.


Se alimenta principalmente de macroinvertebrados acuáticos que encuentra en el lecho de los arroyos, bajo los guijarros. La mayor parte de la dieta alimenticia está formada por insectos acuáticos, consumiendo también pequeños crustáceos y moluscos.Presenta una curiosa adaptación para protegerse de las gotas de agua que le caen sobre los ojos. Se trata de la membrana nictitante, una especie de párpado muy notorio cuando el pájaro pestañea, lo que hace continuamente, ya que  es blanco.



En Asturias por fortuna no es una especie escasa, encontrándose todavía a lo largo del curso de bastantes ríos y arroyos en zonas medias y altas. En Salas y Tineo hay varias parejas, como una que tengo localizada en las riberas del Narcea, y a la que pertenecen estas fotos. Sin embargo, está sometido a muchas amenazas, como el deterioro de sus hábitats o la destrucción intencionada de sus nidos, al ser acusado de comer el alimento de las truchas, los marabayos (frigáneas). En la actualidad el grupo de anillamiento Torquilla se encuentra realizando un proyecto para conocer sus parámetros poblacionales.

jueves, 12 de enero de 2012

Mariposas de invierno

Es bien sabido que hay especies de mariposas que pueden sobrevivir al invierno en estado de imago o adultos, y entre ellas varias son del grupo de los ninfálidos, como la vanesa o vulcana, la ortiguera, la mariposa cardera, etc. Al igual que algunos mamíferos, al llegar la estación fría entran en estado de hibernación resguardándose en refugios apropiados, y también como ellos en determinados días más soleados pueden despertar y salir al exterior.

Anteayer día 10 de enero, jornada soleada y algo cálida, fue uno de esos días de invierno que se registran mariposas. Yo mismo pude observar en algunas laderas rocosas del sur de Tineo ejemplares de mariposa ortiguera Aglais urticae, revoloteando bastante activas, y obtuve alguna foto fugaz. Mi compañero Nacho Noval me comenta también que él observó por su zona un ejemplar de Vanessa atalanta.

Ortiguera Aglais urticae

Mi duda es que si bien durante el otoño registré en la zona diversas especies de lepidópteros, como la pavo real o la vanesa, de la ortiguera en concreto no avisté ningún ejemplar; es más, las últimas observaciones que tengo de la especie son de finales de verano. ¿Es posible que provengan de zonas más al sur y que hayan llegado en alguna especie de migración adelantada, causada por este invierno tan atípico que estamos teniendo?

jueves, 5 de enero de 2012

Las moscas forenses

Entre los pocos insectos que podemos encontrar estos días en nuestros paseos por la naturaleza, quizá los que más abunden sean los dípteros, es decir, las moscas. Moscas hay de todos los tamaños, pero las más pequeñas no suelen soportar los fríos del invierno, o bien lo hacen refugiadas en nuestras casas. Por eso las que vemos al aire libre en estas fechas suelen ser medianas o grandes.


Los califóridos son un grupo de moscas que responden a la imagen que todo el mundo se hace de este grupo de insectos, de tamaño medio a grande, bastante compactas, con un abdomen redondeado u oval y con una coloración metálica. Se diferencian de otros dípteros por diversas características, entre los que la más visible es la vena Rs, que es bifurcada. Comprenden alrededor de 1500 especies en el mundo.


Mosca de la carne Calliphora vomitoria


Los califóridos son descomponedores de carroña muy eficientes, lo que entre otras cosas las hace muy importantes en el campo forense, indicando por ejemplo el intervalo post-mortem, eso que tantas veces hemos visto en las series de televisión y tanto nos intrigaba preguntándonos cómo demonios podía saberse. No todos los califóridos sobreviven al invierno, los que sí lo hacen son las especies del género Calliphora.



A las moscas de este género se las llama "moscas de la carne", por esa costumbre de poner los huevos en la carne en descomposición, donde se alimentan las larvas. también se caracterizan por su color azul metálico y su zumbido al volar. 

En Asturias existen dos especies, muy parecidas, C.vicina y C.vomitoria. Se diferencian porque Calliphora vicina tiene sus mejillas de un color naranja brillante. Estas moscas que he fotografiado hace unos días, en una jornada soleada en las sierras de Tineo, probablemente son Calliphora vomitoria.